Carlos García ha recibido en el parque de El Soto de la capital abulense a los participantes en la segunda etapa de estas Rutas Teresianas por la discapacidad. Allí ha señalado que “la inclusión a través de valores como la convivencia, el afán de superación, la motivación y el intercambio de experiencias es el objetivo final y lo más importante para estas personas”.  El presidente en funciones ha apuntado también que “la mejor manera” de poner en práctica estos valores es a través “de las fortalezas de esta provincia, tanto turísticas como paisajísticas y cómo no, las gentes de nuestros pueblos, que reciben con los brazos abiertos a estos chicos y chicas”.

García ha felicitado a La Casa Grande de Martiherrero y a su Grupo de Senderismo, organizadores de estas jornadas, y al resto de entidades participantes. Sonia Abad, responsable del Grupo de Senderismo de La Casa Grande, ha explicado que la intención de estas rutas es “hacer actividades conjuntas entre las entidades como la nuestra, y que no sólo consisten en las propias rutas, sino que en cada pueblo donde paramos preparamos actividades complementarias”.  Sobre los beneficios de estos recorridos para las personas con discapacidad, Abad explica que “para ellos es un reto, lo consiguen y eso los motiva y los mantiene activos”.

Esta es la quinta ocasión que La Casa Grande organiza rutas turísticas por la provincia para personas con discapacidad. Sin embargo, como ya sucediera el año pasado, la asociación ha utilizado para sus itinerarios algunos tramos de las Rutas Teresianas diseñadas conjuntamente por la Diputación y el Obispado con motivo del I Año Jubilar Teresiano 2017-2018.

En total participan en estas jornadas, que concluirán el viernes 7 de junio con un día de convivencia en Martiherrero, cincuenta usuarios de La Casa Grande, quince de Pronisa, doce de Villa de Santa Teresa y once de Down Ávila.

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