En este trabajo Concepción ofrece su preferencia por espacios testigos de la Historia y la Literatura Medieval y Renacentista. Paisajes que estarían presentes en la mirada de escritores o héroes, desde Fernán González, Alfonso VI, el Cid hasta Fernando de Rojas, Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, etc. En algunas de sus obras aparece un tratamiento personificado de este devenir sin presencia humana. Solo se plantea la tierra, el cielo y la piedra.

Asimismo pretende, usando sus propias palabras:

"...dar cuenta de la noble pero lamentable soledad e incuria en que se encuentra una buena parte del nuestro patrimonio cultural, con la esperanza de que los ojos del espectador rescaten lo que perece."