J. Martin, R. Jiménez y Raúl Pindado
Exposición de Fotografía del 27 de agosto al 7 de septiembre de 2007.
Se rompe la tiniebla en un destello...
La vida, fugazmente, en un instante, ha quedado reflejada, para siempre, en ese lapso inmedible de un momento.
A causa de la acción resolutiva, una imagen, se ha grabado fuera del etéreo entorno que la acoge, para quedar plasmada, en forma plana y fija, y deja continuar la vida discurriendo por su camino, desgranando momentos y emociones. Pero, cuando lo que se ha plasmado, a través del ojo de la lente, son momentos, paisajes, lugares y emociones, por ellos que ha pasado la vida, a su antojo, a través del pasado y airosa en el presente. Entonces, esa imagen, se vuelve popular, tiene raíces profundas que ah ido sujetando el árbol de lo cotidiano en su entorno.
A muchos, la vista de una ventana, de una puerta, de un ricón recoleto, de una tapia, o de la verja de un balcón no les dirá nada. Para otros, los que sienten como suyo aquel paisaje, es el recuerdo dulce amargo de un tiempo que pasó y que ahora ocupa la nostalgia.
Presentar una colección de fotografías, con sabor presente de otros tiempos, solo es intentar mostrar que lo que otros, en otros tiempos, intentaron dejar patente siguiendo esa cultura popular y tradicional, sigue hoy perdurando en el presente, como esa fuente, que tomando las aguas en la cima de las gargantas de la sierra, sigue día y noche proclamando a voces, por su caños, la frescura y la pureza de su vida, por que un pilón, que recoge los chorros con cariño, los renueva y los lanza calle abajo para se pueda renovar el ciclo de la vida.
¿De dónde puede proceder el interés de esta muestra?... Pues quizá de los ancestros, de gentes que hace tiempo pasarón por la historia y no hemos de buscarlo sen sitios muy lejanso, quizás mren en el infinito de estrellas de Gemuño, de La Colilla o Solosancho... pongo por caso.