Jesús Martín Calvo
Exposición de Fotografía del 29 de mayo al 9 de junio de 2006.
Me acongoja no tener la fuerza de los vientos que atronan entre las cumbres, mientras las aguas cristalinas saltan chispeantes por las gargantas de las tierras y llegan cansadas y con destellos a los remansos, cuando en sus intimidades se dejan bañar las irisadas truchas y los peces, a la vez que la mirada penetrante de águila vigila, en lo alto, el discurrir de la vida cotidiana.
El ojo de la cámara convierte al hombre en cíclope de la existencia y lleva hasta su cerebro improntas precisas de un momento en el tiempo, parando, en un lapso de infinito, la ráfaga de la vida.
La mirada puede tener tantas variantes como estrellas tiene el infinito y cada cual puede interpretar una imagen a su antojo.
La muestra que aquí se presenta es el resultado de la mirada a través de un objetivo, y es solamente la crónica de un momento de la vida en un instante.