Tras más de dos décadas de inactividad en la pintura, retomó con la llegada del nuevo milenio el placer de una afición que ocupa sus escasas horas de ocio.

Su pueblo ha sido su principal e inagotable fuente de inspiración a lo largo de esta nueva etapa. Gentes, paisajes y edificios entrañables aparecen plasmados en una cadena de recuerdos que configuran esta exposición.

Una primera exposición durante el último verano en el marco ideal de su Solana natal ha sido la antesala de esta nueva presentación ante el público abulense.